Alimentación en la práctica de BTT

La alimentación en la práctica de la BTT es primordial
Alimentación en BTT

Una excursión en bicicleta puede tener entre sus objetivos metas más o menos exigentes. La práctica ocasional y sin pretensiones del ciclismo de montaña no precisa de las precauciones que sí deben tomarse cuando la idea es hacer BTT con fines competitivos. Pero en todos los casos, la alimentación en la práctica de la BTT es primordial para nuestra salud y el buen fin de la salida.

Teniendo en cuenta que el deporte de la bicicleta de montaña es un deporte de esfuerzo, de máximo esfuerzo en muchos casos, los aportes de azúcares deberían estar asegurados. Pero el azúcar no es siempre lo que parece, y se transforma de distinta manera dependiendo de diferentes factores. En todo caso, antes de la excursión debe pasar un lapso de dos o tres horas sin que hayamos comido, y la comida anterior deberá ser rica en lácteos, cereales y fruta, con algunos aportes proteínicos como los provenientes de la soja, la carne o el queso.

En el momento del esfuerzo, nuestro organismo precisa de un aporte extra de agua y azúcar. Una bebida energética será un fiel aliado para la alimentación en nuestra excursión BTT; pero también puede serlo una bebida casera que podremos elaborar con un litro de agua potable, zumo de limón, una pizca de bicarbonato y tres cucharas soperas de azúcar. Este refresco casero nos facilitará la reposición de elementos esenciales como potasio y sodio, que nuestro cuerpo pierde durante el esfuerzo. La fruta también deberá estar presente en nuestras provisiones, así como barritas energéticas con base de cereales.

Para la noche, o para el momento en que descasamos después de la jornada BTT, cuando nuestros músculos y organismo se están reparando lentamente del esfuerzo de la excursión, las féculas de alimentos como la sémola, el arroz o la patata serán estupendos remedios para restaurar los glúcidos perdidos.

 

Foto © David Epperson