Matronatación

El principio de la vida.
Matronatación

Todo es empezar y con ello, fomentar el desarrollo y el crecimiento.

La matronatación es un método aplicado a los bebés y niños pequeños, asociado a la psicología, que consiste en disfrutar del agua con la madre o el padre a través de una serie de técnicas para la estimulación de la motricidad.

La matronatación pueden practicarla también embarazadas siempre que los especialistas lo aconsejen, y los niños con alguna discapacidad o accidentados para adquirir habilidades nuevas y aumentar su mejoría y progreso.

Generalmente la edad oscila entre los 4 y los 12-18 meses de edad, puesto que más pronto los bebés son propensos a coger resfriados y otitis causado por su baja fortaleza inmunológica.

Normalmente suele practicarse en centros de salud, rehabilitación o cualquier centro de piscina con profesores cualificados.

La matronatación mejora la coordinación de los bebés, les proporciona autoconfianza y les ayuda a sociabilizarse.

El bienestar de los hijos es el máximo objetivo para los padres. Que sean felices, estén sanos y que se desarrollen con normalidad.

  • Desarrollo psicomotor: El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos. A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz.

  • Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio: La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre además de ayudar al sistema inmunológico.

  • Aumenta el coeficiente intelectual: Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea, con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en aprendizajes futuros.

  • Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá: La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederán de otra forma pues se van a juntar las reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias vivencias que genera la práctica de la natación, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.

  • Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo: Desarrollándose como personas y su entorno de una forma natural. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudarán a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere mas confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con instructores y niños.

  • Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia. Un ejemplo de ello es el aprender a girarse sobre su espalda y flotar ante una caída al agua.

  • Ayuda al bebé a relajarse y a sentirse más seguro.

  • Los bordes de la piscina suelen ser muy resbaladizos, si en alguna ocasión tienes al bebé en brazos lleva unos zapatos o calcetines antideslizantes para la seguridad de ambos.

  • Si el centro al que acudes esta en condiciones higiénicas dudosas ¡no dudes en informar sobre ello! tu bebé y la salud de los demás lo agradecerán.

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